A pesar de que vengo preparado,
realmente no sé por dónde empezar
empezaré sacándome las gafas
esta barba no crean que es postiza
22 años que no me la corto,
como tampoco me corto las uñas
o sea, que cumplí la palabra empeñada más allá de la fecha convenida
puesto que la manda fue sólo por veinte
no me he cortado barba ni uñas solamente
las uñas de los pies en honor a mi madre idolatrada
pero por las que tuve que pasar humillaciones,
calumnias, desprecios, siendo que yo no molestaba a nadie
sólo cumplía la sagrada promesa que hice cuando ella murió:
no cortarme la barba ni las uñas por un lapso de veinte años
en homenaje a su sagrada memoria
renunciar a la vestimenta común y reemplazarla por un humilde sayal
ahora les revelaré mi secreto
la penitencia ya se cumplió, pronto me podrán ver nuevamente vestido de civil.
(De Sermones y prédicas del Cristo de Elqui) Santiago, Ganymedes 1979.